Comunión de los celiacos
"La
enfermedad celíaca es una enfermedad crónica consistente en una intolerancia
permanente al gluten. Afecta a una de cada doscientas personas en nuestro país.
El gluten es una proteína presente en el trigo y en otros cereales. La
ingestión de esta proteína, aún en pequeñas cantidades, puede causar trastornos
muy importantes e irreparables al celíaco. Es evidente que
esta enfermedad, de la que se detectan cada día nuevos casos, afecta a la vida
eucarística de los enfermos que la padecen. Tal situación reclama una especial
sensibilidad pastoral tanto en la catequesis como en la celebración litúrgica,
especialmente en el caso de los niños; para que nada aumente la dificultad, que
ya de por sí significa el tener que convivir literalmente con esta enfermedad
de por vida. Es pues necesario fomentar en toda la
comunidad eclesial una actitud de sincera acogida y de comprensión amorosa,
haciendo patente así la sensibilidad maternal de la Iglesia para con estas
personas"
(Nota de la Comisión Episcopal de Liturgia sobre la comunión
de los celíacos, nº 1.
20-02-2003. CXCI Reunión de la Comisión
Permanente).
Dicho esto se
plantea una cuestión práctica: ¿cómo pueden recibir la Comunión los celiacos? Sobre
todo esta cuestión preocupa mucho a los padres y familiares de niños celiacos.
Y es comprensible porque estamos hablando de la salud de los niños y también de
su integración en la comunidad.
Antes de nada, hay que
decir que la Iglesia ha recibido del Señor el don de la Eucaristía y no puede
alterar la materia de las especies eucarísticas (pan de trigo y zumo de uva) según
ha sido instituido por Jesucristo en la Última Cena.
Por ello se ofrecen
varias soluciones:
1º. Aquellas personas
celiacas cuya intolerancia sea total pueden comulgar con la Sangre de Cristo.
Para ello habrá que preparar un cáliz aparte de manera que ninguna partícula de
pan pueda introducirse en él.
Formas de harina de trigo autorizadas que contienen el mínimo de gluten posible |
2º Aquellas personas
cuya intolerancia al gluten sea parcial pueden recibir una Sagrada Forma normal
más pequeña o una porción. También existen formas de harina trigo con el mínimo de gluten
posible y que están autorizadas por la Conferencia Episcopal Española. Estas se
pueden consagrar y entonces son verdaderamente el Cuerpo de Cristo. En nuestra
parroquia tenemos provisión de estas formas.
Aunque ha sido una práctica realizada en muchas ocasiones de manera injusta, en ningún caso se puede
usar una forma que no sea de trigo ni para consagrarla (porque no es materia
válida) ni para emplearla como vehículo de la Sangre de Cristo: “por lo que se refiere a la hostia que se
debe mojar, esta debe hacerse de materia válida y estar consagrada; está
absolutamente prohibido el uso de pan no consagrado o de otra materia” (Redemptoris sacramentum, n. 104)
Documentos para saber más:
Carta sobre la comunión a los celiacos a los señores obispos miembros de la Conferencia Episcopal Española. 24-07-2003. Congregación para la Doctrina de la Fe
Nota de la Comisión Episcopal de Liturgia sobre la comunión de los celíacos. 20-02-2003. CXCI Reunión de la Comisión Permanente
Carta circular a los Presidentes de las Conferencias Episcopales acerca del uso del pan con poca cantidad de gluten y del mosto como materia eucarística. 19-06-1995. Congregación para la Doctrina de la Fe