El Adviento, tiempo apropiado para acudir con mayor frecuencia a la Biblia y meditar en ella
Fuente: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=26479
Este miércoles Benedicto XVI
continuó con su catequesis semanal por el Año de la Fe, en presencia de miles
de peregrinos que llegaron hasta el Aula Pablo VI para escuchar sus enseñanzas,
que estuvieron centradas en Las etapas de la revelación.
El papa recordó que “la revelación
de Dios en la historia, para entrar en una relación de diálogo de amor con el
hombre, le da un nuevo significado a la entera experiencia humana”. A la vez se
preguntó: “¿Dónde podemos leer las etapas de esta revelación de Dios?”, para
luego confirmar que es la Sagrada Escritura, “el lugar privilegiado para
descubrir los acontecimientos de este caminar”.
Fue motivo para que invitara a
todos, en este Año de la fe, “a asumir con mayor frecuencia la Biblia
para leerla y meditar en ella, y para prestarle más atención a la lectura
en la misa dominical, todo lo cual es un alimento valioso para nuestra fe”.
Historia de salvación
Historia de salvación
En su explicación sobre las etapas
de la revelación de Dios, afirmó que “leyendo el Antiguo Testamento, vemos que
la intervención de Dios en la historia de la gente... no son hechos
que se mueven y caen en el olvido, sino que se convierten en memoria,
constituyen en conjunto la historia de la salvación”.
Ante esto, el creyente debe vivir
con la certeza de que “la fe es alimentada por el descubrimiento y el recuerdo
del Dios que es siempre fiel, que guía la historia y es el fundamento
seguro y estable sobre el cual apoyar la propia vida”.
De este modo, enseñó que “Dios se
revela no solo en el acto primordial de la creación, sino entrando en
nuestra historia, en la historia de un pequeño pueblo que no era ni el más
grande ni el más fuerte”.
Y es en Jesús, añadió, “en quien se
cumple la promesa, dado que en Él culmina la historia de Dios con la
humanidad”. Trajo al recuerdo el pasaje de los dos discípulos en el camino
a Emaús, narrado por san Lucas, en que se ve “cómo brota claramente que la
persona de Cristo ilumina el Antiguo Testamento, toda la historia de la
salvación y muestra el gran diseño unitario de los dos Testamentos”.
Esta intervención de Dios en la
historia humana, de este gran "proyecto de amor" como gusta llamarlo
Benedicto XVI, es “un único plan de salvación dirigido a toda la humanidad,
progresivamente revelado y realizado por el poder de Dios, donde Dios siempre
reacciona a las respuestas del hombre”.
Adviento es Jesús
Ante el inicio del tiempo litúrgico
de Adviento, que es una preparación para la Navidad, enseñó que la palabra
Adviento “significa una realidad maravillosa e inquietante: el mismo
Dios ha cruzado el cielo y se ha inclinado frente al hombre; ha forjado una
alianza con él, entrando en la historia de un pueblo”.
Finalmente, recordó a los
participantes que Adviento nos recuerda “que Dios no ha salido del mundo, no
está ausente, no nos ha abandonado, sino que viene a nosotros de diferentes
maneras, que debemos aprender a discernir”.
Unido a esto, invitó en este periodo
de preparación, “a dar testimonio de esta presencia, en un mundo a
menudo superficial y distraído (..) y a hacer brillar en nuestra vida la luz
que iluminaba la cueva de Belén”.