Presentación de la carta de Juan Antonio: “Porque es eterna su misericordia¨.
Miércoles 21
de octubre de 2015.
Salón de actos de la parroquia San Sebastián Mártir de Arganda del Rey.
Salón de actos de la parroquia San Sebastián Mártir de Arganda del Rey.
Este texto no es una transcripción literal
de la charla de don Juan Antonio, sino unos apuntes tomados sobre la marcha.
Creo que reflejan las ideas principales, pero pueden contener errores de
interpretación y omisiones.
Don Juan Antonio nos invita a cantar un canto y a escuchar el
evangelio del Buen Samaritano según san Lucas.
Mil novecientos noventa y uno (23 de julio) fue el día de la
publicación de la Bula de restauración de la Diócesis de Alcalá. Este año
cumpliremos pues veinticinco años de esta restauración. Este es el primer acontecimiento que vamos a
celebrar en nuestra Diócesis. El próximo sábado comenzamos el año jubilar. Se
invita a todas las parroquias, movimientos, comunidades, a peregrinar a la
Catedral de Alcalá, a lo largo del año.
La palabra Catedral viene de ¨catedra” porque es donde está
la sede del Obispo. Allá donde hay un obispo al que se le encomienda un grupo
de fieles, allá esta la Iglesia. Después de este año de peregrinaciones se
devolverá la visita, procurando durante tres años que todas las parroquias
tengan las reliquias de los Santos Niños al menos durante una semana, donde se
organicen distintos actos con distintos grupos.
El siguiente acontecimiento que se nos invita a celebrar, será
el 8 de diciembre cuando el Santo Padre inaugure el año de la misericordia.
¿Qué ha pasado en España en los últimos años? El Concilio
Vaticano II se abrió con gran ilusión. La Iglesia pretendió entrar en dialogo
con el mundo. Conviene conocer los documentos principales del Concilio: El post-concilio, mezclado en España con
la transición política, produjo una gran expectativa. La primera misión del
cristiano es la familia, el trabajo,… desde entonces los distintos Papas han
ido insistiendo en que los laicos asuman su misión apostólica. La Diócesis ha
ido ofreciendo a los laicos medios de formación. Se nos invita a todos a
recibir en las parroquias la formación básica.
Hemos sufrido en estos años un serio proceso de secularización. En España también
podemos decir descristianización. En un principio este término tiene un sentido
positivo, pues se invita a los seglares a transformar el “siglo”. Sin embargo
parece que nos hemos contagiado de la mentalidad protestante, para los cuales
el mundo no es lugar donde se encuentra a Dios. No así para los católicos que
sabemos que Dios se hace presente en toda la realidad. Pero la idea del
Concilio se ha pervertido, pues la autonomía del ser humano, que es dependiente
de Dios, se transforma en una autonomía radical del hombre, que prescinde por
completo de la relación con Dios.
Hemos pasado de la indiferencia ante Dios, a construir una
sociedad frente a Dios. Por ejemplo, las leyes que no están inspiradas en Dios.
La autoridad debe estar basada en la verdad, sino las leyes no son justas. Se
pasa de la indiferencia, a expulsar a Dios del corazón del ser humano. El
laicismo impone lo que tiene que ser lo público. Con el laicismo, también el
relativismo. Juntos dan pie al nihilismo. Lo vemos, y cada día lo vamos a ver
más en las generaciones más jóvenes.
No existe el bien común, sino los derechos de los
individuos, los acuerdos comunes son sólo acuerdos basados en la mutua
voluntad, y no en la verdad o la justicia. Se pierde la tradición: relación con
la historia del propio pueblo, con la religión, y con la familia. El individuo,
simplemente es alguien que está al lado del otro. El individuo no obra,
reacciona ante los estímulos que se les mandan. Hay que tener una mirada clara
para saber a quién estamos evangelizando. España en concreto no se entiende sin
el evangelio y la Iglesia Católica.
¿Qué ha hecho la Iglesia en este tiempo? No se ha entrado en
confrontación directa, pero si han dado principios que llamamos doctrina social
de la Iglesia. Pero su implantación es
una tarea pendiente en nuestra diócesis y en muchas otras diócesis. Además la
Diócesis ofrece también formación espiritual con retiros, ejercicios, etc.
Necesitamos recuperar el espíritu de familia. Tenemos que
generar un pueblo. Hace falta hijos, pero que estos hijos sean cristianos. El
panorama de secularización, que se dice con una palabra, tiene realidades
concretas: sufrimiento de familias separadas, sufrimiento de los esposos, de
los hijos; adicción al alcohol, a las drogas, a la pornografía…
Se propone que cada familia, cada parroquia, sea un oasis.
Entendemos que nuestra sociedad es un desierto. En lugar donde nos refugiamos,
donde nos encontramos a gusto y podemos descansar, es el oasis. Mientras
vayamos generando oasis, que es lo que podemos hacer, vamos ganando terreno al
desierto.
Necesitamos católicos para los que su fe, configure su vida,
que sean católicos las veinticuatro horas del día. No valen los actos que rozan
solo la superficie y no penetra dentro de nosotros. Hay que dejar que el
Espíritu Santo penetre en toda nuestra vida.
El Papa Francisco habla de la conversión pastoral de toda la
realidad eclesial, parroquias, fieles, etc. Para nuestra Diócesis, don Juan
Antonio propone que se renueven los consejos Parroquiales, de tal modo que sean
realmente evangelizadores.
Hablamos ahora de la misericordia. Hay que entender bien.
Misercordia es poner el corazón en la miseria, no para contemplarla, sino para
amarla. Es el modo que tiene Dios de amar. Jesucristo viene a nuestra miseria. Es como el buen
samaritano. Misericordia no es simplemente tolerancia, que deja las cosas como
están. La misericordia viene a cambiar las cosas, y a sanar o curar todo lo que
está mal en nosotros. No es simplemente un sentimiento afectivo.
El Papa quiere que se conozcan las obras de misericordia. El
día 12 diciembre se abre la casa de acogida San Juan Pablo II que acogerá a
personas sin techo.
Lo que ha sucedido en este mundo, es que como no se ha
educado la conciencia, ya no hay remordimientos. Es como el enfermo que no nota
los síntomas de su enfermedad. No somos capaces de reconocer los síntomas. No
es lo mismo el sentimiento de culpabilidad, que es una respuesta afectiva al
mal que hemos hecho, que la conciencia de pecado. La conciencia de pecado,
tiene interlocutor, es el Padre del Hijo
prodigo. El salmo 50, que dice: “Misericordia Dios mío…” expresa claramente lo
que es la conciencia de pecado. Tiene delante un interlocutor.
El 3 de junio, las tres diócesis de la provincia
eclesiástica de Madrid, se unirán en gesto de consagración en el Cerro de los
Ángeles. Se trata de un año importante.
Gracias por vuestra presencia.
Se canta la Salve.